
El desarrollo de los motores se abrirá por completo en 2017, pues la F1 ha decidido acabar con el actual sistema de tokens que controla (y bloquea) el desarrollo de las unidades de potencia.
Actualmente, sólo ciertas partes de las unidades de potencia se pueden desarrollar. Y cada componente tiene un determinado peso en términos de tokens. Es decir, que cambiar un componente tiene más coste o menos en términos de tokens dependiendo de su importancia.
En 2016 cada fabricante tendrá un máximo de 32 tokens para cambiar partes de su unidad de potencia, número que irá decreciendo en años sucesivos, a medida que determinadas partes quedan congeladas (es decir, no se podrán actualizar).
Este sistema, originariamente pensado para limitar el coste del desarrollo de los motores, no parece bien a los fabricantes que, a cambio de poner un precio más bajo a sus unidades de potencia para sus clientes, quieren más libertad para modificar el motor.
Cyril Abiteboul ha sido quien ha confirmado, durante el lanzamiento del nuevo coche y equipo Renault, el fin de las restricciones.
“El sistema de tokens va a desaparecer. Una de las razones por las que todos nos hemos puesto de acuerdo en este tema es que todos necesitamos que el rendimiento de los motores se iguale.
Una F1 que está condicionada por el rendimiento del motor de esta manera no es buena para nadie. Ni para Mercedes, ni para Renault, ni para Ferrari… todos queríamos cambiarlo.
Hemos decidido, también pensando en el público, que hay que dejar de confundir a los aficionados con el sistema de penalizaciones y el sistema de tokens, y hemos decidido simplemente acabar con ese sistema de tokens”.