Es mi opinión y creo que debo mostrarla ante vosotros. Y sí, si estás pensando que voy a hablar sobre la actitud de Sebastian Vettel en el pasado Gran Premio de México, estás completamente en lo cierto. Se que la FIA ha decidido no darle demasiada importancia al incidente entre el alemán y los comisarios de carrera, ya que han tenido en cuenta el arrepentimiento del cuatro veces campeón del mundo ante sus declaraciones. Sin embargo, vamos a hablar de ello y voy a mostrar mi opinión al respecto.
Sebastian Vettel, 29 años y nacido el 3 de julio de 1987 en Heppenheim, Alemania. Tras una carrera deportiva muy exitosa en categorías inferiores, siempre con el apoyo de Red Bull, el alemán debutaba en la Fórmula 1 con el equipo BMW-Sauber en 2007, en el Gran Premio de Estados Unidos, sustituyendo a Robert Kubica. El alemán, quien era tercer piloto del equipo, deslumbró a todos aquel fin de semana consiguiendo puntuar en su primera carrera de Fórmula 1, saliendo en séptima posición para terminar la carrera finalmente en octava posición. Dicha actuación no dejó indiferente a nadie y para la segunda mitad de temporada, en concreto a partir del Gran Premio de Hungría, Sebastian Vettel competiría para Toro Rosso. Tras adquirir la experiencia suficiente con el equipo, en 2008 el piloto alemán volvió a dejar boquiabiertos a propios y extraños consiguiendo en el Gran Premio de Italia su primera pole position y victoria de su carrera deportiva, única para el equipo de Faenza hasta ahora. En 2009 ficharía por Red Bull y conseguiría un subcampeonato, terminando por detrás de Jenson Button quien se alzó con la corona. A partir de 2010, todos conocemos lo que pasó hasta la temporada 2013.
Sin embargo, en 2015, Sebastian Vettel fichaba por la Scuderia Ferrari tras un año complicado en Red Bull donde el coche no parecía estar a la altura en comparación a temporadas anteriores. Daniel Ricciardo, quien debutaba en el equipo de las bebidas energéticas pasó por encima al cuatro veces campeón del mundo y eso, marcó y mucho propiciando un mal ambiente y su posterior marcha a la Scuderia Ferrari. En 2015, las cosas parecían ir mejor y con tres victorias en Malasia, Hungría y Singapur, 2016 prometía y mucho. Aspirar por todo y encima vestido de rojo Ferrari, era algo que motivaba mucho a Sebastian Vettel, sin embargo, la realidad ya todos la conocemos.
Actualmente vemos a un Sebastian Vettel muy frustrado y enfadado con la situación que está viviendo actualmente. Está luchando contra un piloto en la clasificación al que Fernando Alonso triplicó en puntos en 2014, con las mismas armas. Sin embargo, no estamos aquí para hablar del rendimiento de Ferrari ni de Sebastian Vettel, quienes actualmente son la tercera fuerza de la parrilla por detrás de Mercedes y Red Bull. Vamos a hablar de la actitud que ahora mismo muestra el piloto alemán, quien tiene en su palmarés, nada más y nada menos que, cuatro títulos mundiales.
En mi opinión, no hablo de rendimiento o calidad de Sebastian Vettel. Todos sabemos lo que vale y lo que es capaz de hacer, ya lo ha demostrado. Hablo de actitud, de comportamiento deportivo y sobre todo, de maneras. Y en estos aspectos, Sebastian Vettel no se merece tener cuatro títulos mundiales de Fórmula 1. No tiene ni el respeto a sus contrincantes, ni la actitud, ni el comportamiento necesario para ser una leyenda de la Fórmula 1. Y este es un ejemplo, el más reciente.
Vettel (sobre Verstappen): “¡Muévete, muévete, maldita sea! Es un poco gilipollas, eso es lo que es. Quiero decir, ¿soy yo el único o tú también estás viendo lo que estoy viendo yo? ¡Me está empujando hacia Ricciardo!”
Vettel: “Honestamente, voy a chocar con alguien, creo que tengo un pinchazo en la izquierda trasera”
Riccardo Adami (ingeniero de pista de Vettel): “Los neumáticos están bien, están bien”
Riccardo Adami: “Charlie ha dicho que…”
Vettel: “¿Sabes qué? Este es el mensaje para Charlie: ¡Que te jodan, honestamente, que te jodan! Él me tiene que devolver la posición. Fin de la historia”
Maurizio Arrivabene (jefe de equipo de Ferrari): “Sebastian, cálmate, cálmate. Lo están investigando. Sé que no ha sido limpio, pero cálmate. Hablamos luego”
Vettel: “Ok, Maurizio”
Viendo esta conversación que tuvo Sebastian Vettel con su equipo por radio en el pasado Gran Premio de México, mi opinión es clara. Actualmente, el piloto alemán se está comportando como un auténtico “niño mimado” al que siempre le ha ido bien en la vida. Llegó a la Fórmula 1 y debutó con un BMW-Sauber muy competitivo, para pasar a pilotar el mejor Toro Rosso de la historia como fue el de 2008, y cambiando de equipo para competir con Red Bull, quienes desde la segunda mitad de 2009 hasta 2013 han sido la primera fuerza de la parrilla.
Una carrera deportiva en la Fórmula 1 llena de éxitos gracias a una superioridad mecánica de sus monoplazas que se lo ha permitido. Sinceramente, Sebastian Vettel ha tenido una vida muy fácil en la Fórmula 1, y ahora que no cuenta con el mejor monoplaza de la parrilla, ahora que ha vuelto a poner los pies en la tierra, se está dando cuenta de la dificultad de una carrera de Fórmula 1. Y sí, ante las dificultades hay dos opciones: la de un auténtico campeón que es la de callar y trabajar para intentar mejorar junto a tu equipo, o la de decir sandeces y no respetar a ningún adversario a la hora de competir contra ellos, ya que no se comportan a su antojo. Directamente, Sebastian Vettel, con tu actitud y comportamiento, no das ejemplo a nadie y no estás demostrando tener cuatro títulos de Fórmula 1, es más, en cuanto a respeto a los demás pilotos que están en la parrilla, no te mereces tener ese palmares, ya que no es propio de una leyenda de la Fórmula 1. Sin duda, tu conversación por radio en el pasado Gran Premio de México, es lamentable y bochornosa. Digna de hacérselo ver.
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